Soberbia y arrogancia ciegan los sentidos

*Carta y disculpas, sinsentido de la realidad

Por Luis Repper Jaramillo*

lrepperjaramillo@ yahoo.com

Todos los días reviso mis correos electrónicos, plataformas, buscadores, en fin, las benditas Redes Sociales pues se encuentran muchas cosas, como fake news, reportajes, Columnas, opiniones, memes, cartones extraordinarios, noticias reales, textos de cibernautas curiosos, interesantes, verdaderos, lo que menos se imagina alguien, ahí está. Esta sana costumbre que tengo, por mi profesión, como escuchar noticiarios todo el día, leer artículos, editoriales, columnas, noticias, etc. se me hizo vicio. Tan es así que en el cuadrante del radio del auto tengo todos, o casi todos, los noticiarios. Una sana costumbre.

Es más, les platico una anécdota simpática y contundente de mi adicción a los noticiarios. Cuando mis hijas, pequeñas entonces 9 y 11 años, antes de abordar el coche al coche me advertían,” papá, nos subimos si le cambias de estación porque tú sólo escuchas noticiarios; queremos música… si no, mejor nos vamos en el vehículo de mamá, que si oye música o CD´s”. Para llevar la fiesta en paz, dejaba de oír noticias.

Bueno… ese mismo vicio por enterarme de todo se mantiene. De ahí mi cotidiana disciplina de navegar por la internet, escuchar noticiarios de radio y por la noche “chutarme” los de televisión… por el placer de estar informado.

Navegando, navegando, revisando chats informativos, de opinión, columnas, etc. me encontré un texto sensacional que retrata la personalidad, debilidades, frustraciones, problemas mentales, prepotencias, rencores y odios de Andrés Manuel López Obrador, que no tiene desperdicio.

Con el permiso del Portal www.seteniaquedecir.com.news, cuya autoría es de Claudia Rivera, me permitiré -a lo largo de esta entrega- citar varios ¿qué te duele Andrés Manuel? que configura el perfil esquizofrénico del sujeto. No es una opinión casual -sino causal- de la autora, de suyo del dominio público. No se necesita ser psicoanalista para entender la actitud de López y su desequilibrio mental.

De entrada, déjenme les digo esta definición de su primer síntoma: rencor, sentimiento de hostilidad y gran resentimiento hacia una persona a causa de una ofensa o un daño recibido. Esta desestabilización emocional reaparece cuando se recuerda dicha afrenta o acción en contra.


López Obrador arrastra desde su infancia rencor enfermizo. Quizá en recuerdo de aquella tarde del 8 de junio de 1969, en su natal Tabasco, en la tienda de ropa y telas de su padre “Novedades Andrés”, cuando un disparo de arma de fuego quitó la vida de su hermano José Ramón, siendo El Peje “testigo” del hecho. Su carácter agrio, perverso, hilarante, agresivo le remonta a esa fatal fecha y se desquita, 51 años después, con 129 millones de mexicanos.

Del texto de Claudia Rivera, tomo esta primera parte “Andrés Manuel ¿qué te duele? ¿quién te hizo tanto daño en tu vida? ¿De dónde vienen tus dolores, tus rencores, tus ganas de vengarte, tu odio por el pasado?

Cada mañana, un día sí y otro también, desde su nicho de poder, el atril de Palacio Nacional, López muestra en su rostro, actitud, verborrea su odio a todo, especialmente a quienes no pensamos, aplaudimos o toleramos sus fantasías gubernamentales. Ese rencor lo manifiesta con su sonrisa cínica, que gesticula “me vale madres”, el poder soy yo. 

Pese a tener “el poder” (en minúsculas) su actitud es de frustración por la imposibilidad de satisfacer una necesidad o algún deseo (de ser Dios, ¿quizá?) Decepción y desilusión de lo no logrado: ¡ser el mejor presidente de la historia de México! jajajajaja. ¡¡No ya se autonombró el 2º presidente mejor evaluado del mundo!!... Por eso su rencor contra los mexicanos (bueno… no versus sus chairos, botts, pejezombies, pagados, aplaudidores, acarreados, etc.) por no reconocérselo y menos aplaudirlo

Esto nos lleva a su verdadera personalidad la esquizofrenia paranoide, enfermedad mental que afecta su personalidad, así como áreas de su psicología, que manifiesta cuando “interpreta” la realidad de manera anormal que le provoca una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves de pensamiento/comportamiento que puede ser incapacitable.

La esquizofrenia paranoide tiene los siguientes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones, lesiones graves al enfermo y a los demás; alteraciones de la personalidad. Sólo obsérvelo en sus mañaneras, en sus discursos y reacciones cuando se remonta al pasado que lo atormenta.

Vuelvo al ¿qué te duele? Rivera le pregunta: “sentir que Felipe Calderón te quitó (en 2006) la presidencia, así es la vida, a veces se pierde, a veces se gana. Entiendo que luchaste años y años por tenerla, bien, ya la tienes (mal ejercida) ¿Por qué sigues odiándolo?

¿Qué ves en el otro que no ves en ti? “Me parece, cuestiona Rivera, que crees que los demás son mejores que tú y por eso te esfuerzas todos los días en convencerte que eres tú el mejor en todo, por eso te fuiste a vivir a un palacio (Palacio Nacional) Dentro de ti sentías que además de merecerlo, no te sentirías fuerte si no la habitabas”

Tu delirio de grandeza, Andrés Manuel, quedó demostrado al más puro estilo de Herodes, cuando los padres de niños con cáncer hospitalizados, en tratamiento, medicados, quimioterapiados, durante los sexenios anteriores a la Transformación de 4ª (PRI, PAN, PRI) sufrieron tu puñalada trapera cuando ordenaste suspender todo, bajo el peregrino argumento de la “austeridad republicana” y tus fantasmas de “corrupción” en el sector. Entonces decidiste terminar toda atención, especular con los medicamentos, esconderlos; ante la presión de los medios fifís, sacaste algunos, pero condicionados. Tu decisión provocó decenas de pequeños fallecidos por falta de tratamiento, medicina; indiferencia del Secretario de Salud, -el florero- Jorge Alcocer, de López Gatell y tuya.

Para rematar tu desinterés por los niños -clon de Herodes- sacaste de la manga un supuesto robo de 37 mil 956 piezas de medicamentos oncológicos para infantes. Aparentemente guardados en un almacén de empresa privada, en Iztapalapa, con seguridad de veladores, sin resguardo de profesionales como Guardia Nacional, Ejército, etc. siendo este producto prioritario, federal, según tú, comprados en Argentina, pero nunca presentaste facturas, recibos, ordenes de importación, embarco, ingreso al país. Sólo tu viperina palabra.

Una mentira, timo y daño a los niños con cáncer; tomada de pelo a los atribulados padres. ¡Herodes! 

Por fortuna, con valor moral, estos agraviados papás actuaron y presentaron ante la Fiscalía General de la República, del “florero” Alejandro Gertz Manero una Denuncia de Hechos en contra de Andrés Manuel López Obrador, de autoridades del Sector Salud (Alcocer, López Gatell, J Alfonso Novela -Cofepris-) y quienes resulten responsables, por el “robo” de medicamentos oncológicos. Además por delitos de abuso de autoridad (desatención, ocultamiento de medicinas) y coalición de servidores públicos relacionados con los hechos.

La omisión se denunció, ahora falta ver que el “florero” Gertz Manero, asuma su responsabilidad ética, moral y profesional de investigar los Hechos y ejercer el Derecho Constitucional de responder a los quejosos de manera dilecta, honrada, transparente y digna.

Vanidad, narcisismo, soberbia, egocentrismo, son “cualidades” de El Peje, quien se siente -porque así lo hacen notar sus chairos- el mesías, el destinado por Dios, que no permite nada ni nadie sobresalga o destaque más que él. La respuesta está en ¿qué te duele, Andrés? Que los demás tengan más, que puedan comprarse cosas, que no tengan que estirar la mano… necesitas que la gente necesite de ti.

Te duele que Covid 19, con sus más de 85 mil fallecidos, 830 mil confirmados y 31 mil 500 sospechosos te hayan robado atención. ¡El importante eres tú ¡y de repente llegó ese monstruo para demostrarte que podía más que tú. Trataste de minimizarlo, como forma de hacerle competencia, pero está pudiendo más que tú.

Hiere tu egolatría y lo combates con “no pasa nada”, “detente”, “abrazos y besos”, pero la realidad, Andrés, es que más de 85 mil personas incineradas, sepultadas será tu estigma y calificación como “el peor presidente que ha tenido México en su historia”. Esto no puedes minimizarlo, incapaz, inepto, enfermo. Tu palero Hugo López Gatell, comparte estelares en la marquesina de la ignominia, la perversión y la traición.

Un último ¿qué te duele Andrés? ahora que el tema lo pusiste de moda como distractor de tus atrocidades e ineptitud de gobernar “que el Papa Francisco no le haya dado importancia a la visita de tu esposa al Vaticano, a tu “investidura”, que tenga temas más importantes que venir a visitarte. Ese ruego te duele” 

No te peló, López, porque eres insignificante para el líder (él sí) de la grey católica que a 2020 suma más de mil 300 millones fieles. Y menos cuando tu enviada (sin cargo oficial, sólo de shopping por Europa con cargo al erario público) le entregó una aberrante carta en la que pides a Jorge Mario Bergoglio, ofrezca una disculpa publica a los mexicanos por la evangelización. En tu texto de marras citas “pedir perdón por aquellas oprobiosas atrocidades que padecieron los pueblos originarios, los saqueos de sus bienes y sus tierras y el sometimiento cultural y religioso, desde la conquista hasta el pasado reciente” ¿De verdad creíste que tomaría en serio esta tontería? Sólo en tu mente perversa.

En fin. Aún hay muchos ¿qué te duele? Pero este esquizofrénico paranoide los ignora porque su soberbia y arrogancia le impiden ver la realidad.



*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)


 


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