La limpieza comienza en casa


El Día Mundial de la Limpieza se celebró el 19 de septiembre con el propósito de generar reflexión ante la problemática ambiental, pues de acuerdo con la organización británica Verisk Maplecroft, se generan más de 2,100 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos en todo el mundo, lo suficiente para llenar 822,000 piscinas de tamaño olímpico, mientras que en México se recolectaron diariamente al menos 107,055,547 kilogramos de residuos sólidos urbanos en el territorio nacional, de acuerdo con cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Ante esta situación, el agua se vuelve fundamental en el combate a enfermedades respiratorias y gastrointestinales, por lo que INSTITUTO CLORALEX® (IC) invita a la sociedad a continuar fortaleciendo sus medidas de higiene, limpieza y desinfección para reforzar el cuidado del planeta y contribuir a un México más limpio, sano y sustentable.
1.    El cuidado del agua en el hogar
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los efectos de COVID-19 podrían llegar a ser considerablemente más graves sobre la población urbana pobre que vive en suburbios y que no tiene acceso a agua limpia. A nivel mundial más de 2.400 millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes y letrinas.
Asimismo, se estima que el lugar donde se desperdicia más agua es en casa; debido a nuestros hábitos, pues se desperdician cerca de 17 litros al regar el jardín o bien, entre 50 a 120 litros dentro del ciclo de enjuague en lavadoras, “por lo que se vuelve trascendental no sólo mantener su cuidado, sino considerar que se trata de una herramienta clave para mantener los espacios limpios dentro de cada urbe y población en México”, mencionó Amada Alcalá, experta en desinfección por parte de IC®.
2.    Maximizar la efectividad de desinfección
El baño y la cocina son las habitaciones del hogar que el 89% de los mexicanos más limpian de acuerdo con INSTITUTO CLORALEX® y, por ende, el uso de agua durante el proceso de desinfección aumenta. En este proceso el cloro, por sus altas propiedades desinfectantes, ayuda a garantizar la limpieza desde la primera aplicación, sin necesidad de combinarlo con limpiadores o detergentes para que huela, funcione mejor y sin recurrir al desperdicio de agua. Éste aliado en desinfección resulta muy efectivo a comparación de otros limpiadores con espuma, que requieren más agua y el proceso de limpieza es más largo. 
“Por lo general, después de trapear pisos o desinfectar superficies, no sabemos qué hacer con la solución de agua clorada de la cubeta. Frente a esto, podemos reutilizar esta fórmula para otros espacios como la taza del baño o patios exteriores, de tal manera que podamos economizar agua al mismo tiempo que eliminamos 99.999% de virus y bacterias, incluido el COVID-19”, comenta la experta en desinfección.  
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona requiere de 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene, que abarca actividades como aseo, lavado de alimentos, lavandería y baño. Ante esta situación, Alcalá comenta que es importante priorizar la limpieza, dependiendo de diversos factores como el uso que se da a ciertos espacios, el grado de suciedad que se concentra en superficies y el número de personas que viven en el hogar.  
Si bien la misión tangible es la recolección de residuos sólidos, dentro del marco del Día Mundial de la Limpieza resulta importante reflexionar sobre cómo proteger los recursos naturales desde el hogar, pero al mismo tiempo, fortalecer los hábitos de limpieza y desinfección, protegiendo la salud y bienestar de todas las familias.  
“A través de productos avalados científicamente ayudamos a prevenir enfermedades, logramos que las personas mejoren las condiciones de higiene de sus hogares, tengan una mejor calidad de vida y a la par, hacer un México más limpio y sano, finaliza Alcalá.

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